Guerra de la Independencia 1808-1814
ANTECEDENTES
España y Francia mantenían buenas relaciones, al punto que habían sellado
una alianza, contra Inglaterra en 1796. Pero la ambición y los intereses
económicos, pudieron más que una amistad, que los había mantenido juntos,
incluso en la derrota, cuando ambos sucumbieron ante la batalla de Trafalgar.
Napoleón consideraba la necesidad de unirse a España, ya que sin esta no
alcanzaría el completo dominio del Mediterráneo. Además, también conseguiría el
algodón y la lana que necesitaban los fabricantes franceses de paños.

Un ejército francés ingresó a Portugal, y la familia real debió huir a
Brasil. Si bien el plan resultó ventajoso para Francia, conduciría a la ruina
española. Permitir el paso de las tropas francesas por su territorio, permitió
a los imperialistas tener el camino libre, a través de las tropas de Murat,
para la ocupación de España.
España no
atravesaba su mejor momento, ya que los conflictos por el poder entre Carlos IV, y su hijo
Fernando, habían debilitado la monarquía. En marzo de 1808, se había producido
el motín de Aranjuez , por el cual había asumido al trono Fernando VII.
Napoleón vio propicia la oportunidad para concretar su propósito. Con el
propósito de mediar entre padre e hijo por la sucesión al trono, reuniendo a
ambos en Bayona.
En Bayona, Fernando fue convencido de devolver el trono a su padre, y éste
de entregar el mando al emperador francés. El rey de Nápoles, y hermano de
Napoleón, José Bonaparte, asumió como José I, la autoridad en territorio
español.
EL GOBIERNO FRANCÉS EN ESPAÑA
Sin embargo el 2 de mayo de 1808, el pueblo español, inició la resistencia,
levantándose en armas contra la Francia usurpadora. El desencadenante del
estallido popular fue el retiro del Palacio, de los hijos del rey Carlos IV, la
reina de Etruria y el infante Fernando de Paula, con destino a Bayona. Este
hecho hizo tomar conciencia cívica a la población y fue el germen del
nacimiento de la lucha guerrillera. El pueblo de Madrid fue declarado rebelde.
El 15 de junio de 1808,
una corte de notables, dio aprobación al cambio de gobierno, sancionándose una
constitución, que declaraba legítimo el mando de José I, a pesar de que en
Madrid una Junta sigue gobernando en nombre del depuesto rey Fernando VII.
La Junta General del Principado de Asturias, a la que luego se le sumaron
Cantabria, Galicia y León, se unieron contra el poder francés, solicitando la
ayuda británica.
La fácil campaña en España, que había imaginado Napoleón, pronto se
transformó en una empresa abrumadora. En Bailén, por ejemplo, sufrieron una
gran derrota, que les impidió ingresar a Andalucía, y demostró que el ejército
imperial tenía debilidades y podía presentársele batalla.

Estableció su cuartel general en Vitoria, y el 5 de diciembre consiguió
entrar en Madrid.
Los ingleses acudieron en defensa de España y Portugal, penetrando por este
último país un ejército al mando de John Moore.
Napoleón regresó a Francia, el 4 de enero de 1809, donde la situación se
había complicado por la amenaza austríaca, dejando en España la campaña en
manos de Soult, imaginando que estaba ya controlado el territorio, ya que
habiendo ocupado la zona norte, el avance hacia el sur no tenía perspectivas de
mostrarse dificultoso.
Pero Napoleón no contó con la fuerza popular, organizada de manera
espontánea, en forma de guerrillas, por líderes ocasionales, que movidos por el
espíritu patriótico tomaron las armas realizando una feroz resistencia. En
contra de esta corriente había un grupo reducido que apoyaba la ocupación
francesa y que por ello recibieron el calificativo de “afrancesados”, formado
en su mayoría por miembros de la nobleza.
En 1812, los franceses debieron iniciar la campaña a Rusia, por lo cual
retiraron parte de sus fuerzas de la Península. Artthur Wellesley, al frente
del ejército inglés. En junio de 1812, los franceses fueron derrotados en Salamanca y un
mes más tarde, en Arapiles. En junio de 1813, los franceses tuvieron que retirarse
tras sufrir las derrotas de Vitoria, el 21 de junio, y en
agosto, la de San Marcial.Tras esto,Fernando VII recupero el trono español con el Tratado de Valençay en 1813.
CONSECUENCIAS
La guerra provocó una gran crisis económica, con la paralización de la
producción agrícola y la industria españolas.
Provocó la conciencia de debilidad del imperio napoleónico que adivinó el
fin de sus días.
Dio la ocasión a las colonias españolas en América a iniciar sus propios
procesos independentistas, al desconocer la autoridad de la Metrópoli, a
través de Fernando VII. El virrey, máxima autoridad colonial, ya no
tenía superior jerárquico a quien obedecer sus órdenes, por lo tanto,
los
americanos quedaban fuera del dominio de su metrópoli y con poder de
decidir su
propio destino y elegir sus autoridades.
En España reasumió Fernando VII, de la dinastía de los Borbones,
originándose contiendas entre conservadores y liberales.
Con la reasunción de Fernando VII, se iniciaría una lucha contra la
independencia americana, que costaría miles de vidas.
Guerra de la independencia en España
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